Poder femenino la cereza del cocktail de sonidos: Celect + Elis Paprika + Aj Dávila

El clima tomó poder sobre la ciudad obscura y la lluvia no dejaba de caer, malas expectativas para cualquier músico, pero no para los amantes del rock, ciclo 4 del Circuito Indio en el ya conocido Foro Indie Rocks. Una noche en donde no sabías que esperar desde una suave voz la de Florencia Quinteros, que lidera a la banda abridora y que nos ofrece una luz dentro de un tubo cubierto, pasando por la protesta femenil y las bajistas que harán arder el mundo, hasta un puertoriqueño que no solo traía el flow si no varios ases bajo la manga.

Así iniciaba el concierto, en realidad se observaba poca gente y la que llegaba se mostraba ansiosa por llegar a tiempo, pese a la tempestad Celest dejó claro porque su propuesta es sutil y el rumbo por el que nos llevan es a perdernos entre la armonía y las letras penetrables, defendió el escenario como los grandes.

Al finalizar la gente intermitentemente llegaba y se iba como una luz roja de prevención, entonces salió Elis Paprika, haciendo suyo el foro y los espectadores la saludaban con la mano en la frente como sello distintivo de la cantautora, las notas de “give me love”, “sadgirl”, “lo intento” y “te quiero mucho” fueron casi gritadas; en esta ultima la acompañaron Valentina de Candy y Cristina que tiene varios proyectos alternos entre ellos Descartes a Kant, después Ana Rizzo subió para seguir cantando con ella, todas mujeres empoderas en el rock y en su propia propuesta.

Si eso no fuese suficiente, para finalizar llegó Aj Dávila en el micrófono, sustentado de músicos que conocen perfecto las múltiples facetas de lo alternativo, así que se adueñan de la duela sin temor perceptible, no pasó mucho tiempo para que dejara ver la primer sorpresa de la noche TessaIa en el escenario, para después dejar entrar a Valentina de Candy, Marcela Viejo, Javier Blake y finalizó con Tito de Molotov, todos ellos dejaron un ácido sabor que se convirtió en lo mejor de la noche.

Conclusión: puede que tengas un músico preferido, puede que no, lo que es innegable es la exquisita magia que te atraviesa cuando ves subir al escenario a algún músico y te das cuenta como todo cobra sentido.